La sexualidad es todo un mundo y hay tantas preferencias sexuales como habitantes en el planeta. Aunque nunca es nuestra intención hacer shaming de ningún acto que se lleve a cabo en el ámbito sexoafectivo (siempre y cuando no haga daño a nadie), sí que es cierto que existen prácticas bastante más riesgosas que la media, ya sea por la exposición a enfermedades de transmisión sexual, por daños físicos o por problemas legales. Es el caso de la asfixia erótica, la parafilia que aquí nos atañe.
Aunque esta práctica se pueda llevar a cabo de forma relativamente segura si se está acompañadx, en soledad existe un claro riesgo de fallecer por falta de oxígeno. En las siguientes líneas, te lo contamos todo sobre esta preferencia sexual y, sobre todo, cómo practicarla sin ponerse en peligro. ¡No te lo pierdas!
¿Qué es la asfixia erótica?
Antes de entrar de lleno en materia, es necesario cimentar términos. Las parafilias son experiencias de intensa estimulación sexual hacia fantasías, situaciones, objetos, comportamientos o personas que se consideran “atípicas”. Se estima que existen más de 500 parafilias y, a diferencia de lo que mucha gente piensa, no se clasifican como trastornos psiquiátricos. Los trastornos parafílicos son un paso más en este escalón, pero mucho menos comunes, y deben cumplir una serie de requisitos (por ejemplo, dañar a lxs demás o causar una interferencia real con el día a día).
La asfixia erótica, también conocida como asfixiofilia o hipoxifilia, es una parafilia en la que se encuentra satisfacción sexual a partir de la restricción voluntaria de la respiración durante la actividad sexual. Puede ser realizada por unx mismo (autoasfixia erótica) o, en su defecto, realizarse bajo la compañía y supervisión de unx o más compañerxs.
Algunos de los actos que más se asocian a la asfixia erótica son los siguientes:
- Colgarse de una superficie con un cinturón, soga u otro elemento (para nada recomendable).
- Ponerse una bolsa sobre la cabeza como método de privación de oxígeno,
- Auto-estrangulación con una liga, cinturón u otro elemento.
- Respirar gases que no contienen oxígeno.
- Someterse a una compresión de pecho (por ejemplo, que alguien se siente encima hasta dificultar mucho la respiración de la persona).
- Utilización de ciertos instrumentos específicos, que no vamos a citar por motivos obvios.
Tal y como indican estudios, los mecanismos concretos que vinculan la obtención de placer con la privación de oxígeno son poco claros, y los modelos animales reportan resultados mixtos. De todas formas, es fácil llegar a la conclusión de que la asfixia erótica genera placer por una combinación fisiológica, física y psicológica. El riesgo excita, y desde luego quedarse sin aire y jugársela a perder el conocimiento es riesgoso.
¿Es una práctica segura?
La asfixia erótica nunca es 100 % segura, aunque se pueden tomar ciertas medidas para reducir los riesgos lo máximo posible, siempre que sea en compañía. De todas formas, hay que exponer una serie de datos y cifras que contextualizan realmente los potenciales peligros de esta práctica sexual.
Según investigaciones, la autoasfixia erótica es la causa más común de muerte en aquellas personas que fallecen al llevar a cabo una práctica sexual de riesgo en soledad. De todos los decesos autoeróticos, el 70-80 % están causados por ahorcarse y el 10-30 % se atribuyen a la asfixia con una bolsa de plástico. Para que te hagas una idea de la diferencia de cifras, el 5-10 % de muertes restantes se asocian a electrocuciones, inserciones de cuerpos extraños y más. Dicho de otro modo, hasta el 90 % de las muertes en este grupo se producen por una autoasfixia mal llevada.
En general, la muerte por autoasfixia ocurre cuando la persona pierde la consciencia, lo que deriva en una falta de control total sobre el proceso y los posibles métodos de seguridad que se hayan planeado para evitar problemas. También es posible que los cálculos sean fallidos y la persona se encuentre en una posición imposible de revertir, como por ejemplo al ahorcarse en una superficie demasiado elevada y sin ningún punto de apoyo.
Posibles órganos afectados
Más allá de la muerte, existe el riesgo de que ciertos órganos y sistemas involucrados se vean dañados, ya sea de forma transitoria o permanente. Destacamos los siguientes:
- Laringe: la laringe, área que contiene las cuerdas vocales, se puede ver dañada de forma permanente si se aplica demasiada presión sobre ella. Esto puede provocar ronquera, pérdida de la voz, aspereza en la garganta y más.
- Cerebro: la hipoxia cerebral ocurre cuando no llega suficiente oxígeno al cerebro. En los casos más leves se pueden experimentar distracciones y trastornos en el juicio, mientras que en otros se puede caer en un estado de inconsciencia y falta de reacción total, con daños irreversibles.
- Corazón: la frecuencia cardiaca puede cambiar de forma drástica si se restringe la respiración. En los casos más graves, esto puede llevar a un ataque al corazón, aunque no es lo común.
También es posible que se experimenten otras lesiones en partes distintas del cuerpo o, en su defecto, que se produzca asfixia por la aspiración involuntaria de vómitos/otros fluidos. Como puedes ver, esta práctica es complicada de llevar a cabo por todos los riesgos que conlleva.
¿Cómo practicar la asfixia erótica?
En primer lugar, desde aquí desaconsejamos completamente practicar la asfixia erótica en soledad. Esto aumenta de manera considerable las probabilidades de que algo no salga bien. Es mejor explorar este mundo siempre con unx compañerx y, si aun así se desea experimentar solx, al menos hay que tener a alguien en la habitación de al lado o cerca para controlar que todo está en orden. De todas formas, a pesar de estar acompañadx, siempre existe la posibilidad de que ninguna de las partes sepa reconocer cuándo las cosas han ido demasiado lejos.
Si sientes curiosidad con respecto a este tema, ten claras siempre las siguientes bases:
- Edúcate: te recomendamos aprender sobre la anatomía del cuello, el pecho y el aparato respiratorio en general. Así, podrás entender qué partes no comprometer durante la práctica sexual y las posibles lesiones que pueden derivar de algunos de los métodos más riesgosos. Incluso, puedes pedir consejo a tu profesional médico de confianza.
- Comunícate: la comunicación es esencial a la hora de practicar la autoasfixia erótica con unx compañerx. Asegúrate de hablar antes de comenzar con toda persona involucrada, dejando claro los límites y el proceso.
- Establece un método de seguridad: por ejemplo, un gesto clave o un movimiento que implique tus ganas de parar. Como seguramente no puedas hablar durante la autoasfixia, lo mejor es que el aviso sea no verbal. Una manera ideal de controlar la autoasfixia es tener un objeto en la mano durante el acto. Si se te cae de forma involuntaria, le estarás indicando a la otra persona que estás perdiendo consciencia y es necesario parar de manera inmediata.
- Todo, con consentimiento: ninguna práctica sexual debe llevarse a cabo sin el consentimiento verbal e indudable de todas las partes involucradas, siempre en un ámbito de sobriedad y total control.
A pesar de tomar todas las medidas preventivas pertinentes, es posible que aparezcan ciertos efectos secundarios tras la práctica de asfixia erótica. Es normal tener toses, sentirse desorientado, notar debilidad a nivel muscular, perder algo de coordinación y más. Al fin y al cabo, el cuerpo acaba de pasar un estado de hipoxia transitorio del que se debe recuperar. Después de este acto, se recomienda mantenerse tranquilo en un lugar seguro y evitar el consumo de sustancias que puedan alterar aún más el estado basal.
Una parafilia complicada
Como puedes ver, la asfixia erótica es una parafilia algo complicada de gestionar de forma segura. Aunque en ETSFREE abogamos por la libertad sexual en prácticamente todas sus formas, la cosa se vuelve un poco más convulsa si compromete la integridad propia o la de otras personas. Es muy difícil hablar de la asfixia en el ámbito sexual con aceptación y seguridad si tenemos en cuenta que es una de las primeras causas relacionadas con la muerte en el entorno sexual.
Si a pesar de todas las advertencias e indicaciones quieres seguir con esta práctica sexual, te recomendamos que hagas una investigación previa extensa y te rodees de personas ya experimentadas, al menos en tus primeros contactos. Ten siempre en cuenta el consentimiento, los riesgos y haz uso de todos los mecanismos de protección que puedas.