La sexualidad es todo un universo. Más allá de la penetración y las prácticas convencionales, existen tantas predilecciones en la cama como personas en el mundo: es posible sentir atracción por la orina, el dolor leve, la sangre, los pañales, las heces y mucho más. Sin duda, la coprofilia es una de las parafilias más conocidas, pero también de las menos comprendidas y con mayor estigma.
Es obvio que el consumo de heces propias o de otra persona es algo poco saludable e incluso perjudicial. De todas formas, la coprofilia se puede practicar de forma segura e higiénica si se plantea de la forma correcta. ¿Quieres saber cómo? No dejes de leer.
¿En qué consiste la coprofilia?
Antes de entrar de lleno en este término, vemos de interés enmarcarlo junto a otros conceptos muy relacionados. Las parafilias son patrones de comportamiento que implican la excitación sexual ante objetos, situaciones o destinatarios atípicos, No hay un consenso absoluto para distinguir entre parafilia e interés sexual, así que el número y la taxonomía de estos rasgos no es fijo.
Las parafilias no son malas en sí mismas e incluso pueden poner las cosas muy interesantes en la cama, siempre y cuando se respete la integridad física y emocional de las personas involucradas. De todas formas, una parafilia puede tornarse grave si:
- Es intensa y persistente.
- Provoca un deterioro o angustia significativa que altera la capacidad para funcionar de la manera adecuada en el ámbito laboral, personal y propio.
- Daña o tiene el potencial de dañar a otrxs.
Si la supuesta predilección sexual cumple estos puntos, hablamos de un trastorno parafílico que debe diagnosticarse y tratarse. La pedofilia, por ejemplo, se encuentra en esta categoría.
Con este término explicado, podemos decir que la coprofilia es una parafilia que conlleva la excitación y el placer sexual derivados de las heces. No tiene un criterio diagnóstico concreto y, por tanto, no se tiene por qué considerar como un trastorno si se practica en los límites de la racionalidad.
¿Qué resulta excitante dentro de esta parafilia?
La coprofilia, también conocida como scat, se caracteriza por la excitación sexual durante el proceso de defecar. De todas formas, esto no significa que la persona quiera comerse las deposiciones del otrx. En realidad, la mayoría de lxs que están dentro del scat fetish obtienen placer con actos bastante menos peligrosos, como los siguientes:
- Defecar sobre la(s) pareja(s) sexuales.
- Percibir o ver un acto «vergonzoso» en el que otra persona se defeca en los pantalones u otro sitio.
- Frotarse las heces de otra persona por todo el cuerpo.
- Ponerse pañales, defecarse encima y notar la sensación durante un tiempo.
- Ver pornografía de tipo scat, aunque no se tenga interés en llevar a cabo el acto.
Como habrás podido comprobar, comerse las heces del compañerx no suele estar entre los planes de una persona que acaba de entrar en el mundo del scat. Si es el caso, toca tener en cuenta muchas cuestiones tanto sanitarias como patológicas.
¿Cómo se desarrolla la coprofilia?
Encontrar la causa subyacente de una parafilia es un arma de doble filo: puede ayudar a entenderse a unx mismx, pero tampoco hace falta darle explicaciones a nadie ni es necesario justificar un patrón sexual específico. De todas formas, citamos algunos de sus posibles desencadenantes a modo informativo recogidos por portales profesionales:
- Condicionamiento clásico: este tipo de aprendizaje se basa en la asociación entre un estímulo condicionado (EC) y un estímulo incondicionado (EI). La exposición a las heces durante una actividad excitante o placentera, como una ducha o la práctica de deporte, puede ser un desencadenante principal a la hora de establecer relaciones positivas inconscientes entre las heces y el placer.
- BDSM: el BDSM comprende juegos de dominancia entre una figura superior (dom o domina) y otra servicial y subyugada (bottom). Manipular las heces puede ser una de las múltiples actividades excitantes en esta dinámica de poder.
- Prohibición: muchas personas tienen morbo por lo desconocido, mal visto o prohibido. Huelga decir que defecar sobre otrx está mal visto en la mayoría de culturas.
¿Es posible practicar la coprofilia de manera segura?
Es posible practicar coprofilia de modo seguro siempre y cuando esta no implique meterse las heces del compañerx en la boca de forma directa. Por mucho que aboguemos por la libertad sexual, esto está completamente desaconsejado. Muchos agentes infecciosos pueden ingresar en el cuerpo con este acto: norovirus, rotavirus, Cryptosporidium, Giardia, Ascaris y más. Desde infecciones bacterianas hasta gusanos intestinales, hay motivos de sobra para no hacerlo.
Si se quiere jugar con las heces de otra persona, es vital hacerse pruebas preventivas para las ETS más comunes. Es posible que la penetración o el sexo oral formen parte del acto en algún momento, así que hay que tomar las medidas protectoras pertinentes.
La mayoría de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) no se transmiten a través del contacto fecal-oral, pero la hepatitis A y la hepatitis E sí lo hacen. La hepatitis E puede volverse crónica y provocar fallos hepáticos potencialmente mortales si no se aborda a tiempo. Hay que hacerse las pruebas para estas afecciones de forma obligatoria antes de practicar scat de cualquier tipo.
Por otro lado, toda persona con vagina debe evitar que esta entre en contacto con las heces de manera directa. Aunque pueda resultar tentador, hay que tener en cuenta que el tracto urinario puede infectarse fácilmente si las colonias bacterianas del intestino entran en contacto con él. A nadie le apetece tener que ir a por antibióticos a los pocos días de tener sexo.
En última instancia, y como punto central, se recomienda llevar guantes durante todo el proceso (y protectores bucales/oculares si se desea que las heces estén en contacto con la cara). Lo mejor es que la materia fecal no toque ninguna superficie corporal de manera directa, más aún si se trata de una mucosa o un tejido delicado.
La coprofilia es una parafilia de lo más controvertida y suele provocar una mezcla entre desagrado, morbo, rechazo y vergüenza. De todas formas, hay que dejar algo claro: no hay que avergonzarse de una predilección sexual siempre y cuando no ponga en peligro la integridad propia o ajena.
Si no se ingieren las heces, la coprofilia se puede practicar de forma relativamente segura. Aun así, toda medida es poco a la hora de evitar la entrada de microorganismos nocivos en el cuerpo durante un acto como este. Tener una parafilia tan peculiar como esta implica una gran responsabilidad.