El cuerpo humano es un sistema abierto en constante relación con el entorno. Aunque se hayan estigmatizado a nivel social, los eructos, los escupitajos, los pedos y otros muchos «efluvios» son un indicativo más de que estamos vivxs. Nuestros procesos fisiológicos producen gases, sólidos y líquidos y hay que sacarlos del organismo para que no se acumulen toxinas a largo plazo.
Hoy hablamos de un concepto que, dependiendo del contexto, puede resultar vergonzoso: los pedos vaginales. El primer paso para normalizar este tipo de eventos es conocerlos, así que no dejes de leer.
¿Qué son los pedos vaginales?
Conocidos en inglés como queefs, varts y fanny farts en inglés, los pedos vaginales son, como su propio nombre lo indica, expulsiones de aire a través de la vagina. Su nombre común puede resultar gracioso, pero en realidad este evento fisiológico tiene poco que ver con los pedos comunes.
Las flatulencias al uso son gases intestinales expulsados a través del ano producto de la digestión, compuestas por nitrógeno (70-85%), hidrógeno (0-50%) y dióxido de carbono (10-30%). Los gases originados durante la fermentación bacteriana en el intestino son responsables de 3/4 partes del pedo total, pero también hay que factorizar el aire tragado durante el proceso de masticación y en otros momentos.
Por otro lado, los pedos vaginales están compuestos solo por aire que se ha acumulado en la vagina por razones «mecánicas», como la masturbación, la práctica de sexo, los estiramientos y el ejercicio físico. Carecen de olor y no se originan a partir de la fermentación bacteriana, así que solo tiene en común con las flatulencias normales el sonido que se emite al expulsarlos.
Causas de los pedos vaginales
Como hemos dicho en líneas previas, en la mayoría de los casos el pedo se produce por el empuje previo de aire hacia el interior de la vagina. Durante actividades como la penetración o el uso de ciertos juguetes sexuales, en general se crea un efecto hermético en la zona. De todas formas, si hay algo de debilitamiento es posible que entre aire y fluidos que luego deben ser expulsados. Esto es algo completamente normal y no hay que preocuparse.
Algunas de las principales causas de los pedos vaginales son las siguientes:
- Práctica de acto sexual con penetración, utilización de ciertos juguetes sexuales y toda actividad que requiera inserción de algo externo en la vagina (un examen pélvico, por ejemplo).
- Ejercicio y estiramientos: la realización de ciertos movimientos puede hacer que entre algo de aire en la vagina. Los pedos vaginales son comunes en actividades que requieren posturas y estiramientos especiales, como el yoga.
- Embarazo o menopausia: los cambios fisiológicos y hormonales en estos procesos pueden favorecer las flatulencias vaginales.
- Variabilidad en la anatomía del suelo pélvico: el suelo pélvico es diferente para cada persona con aparato genital femenino.
Estas causas de entrada de aire en la vagina son naturales. De todas formas, existen ciertas patologías o condiciones especiales que pueden causar la emisión de gases en el entorno vaginal. Las diseccionamos en las siguientes líneas.
Fístula vaginal
Las fístulas vaginales son orificios anormales que conectan la vagina con otro órgano, como la vejiga, el colon o el recto. Existen varios tipos según su morfología (vesicovaginal, uretrovaginal, rectovaginal, colovaginal y más) y pueden aparecer tras una lesión, una cirugía, un tratamiento con radiación o una infección. Sea cual sea la causa de este trastorno, suele ser necesario cerrarla mediante un procedimiento quirúrgico.
Las fístulas vaginales pueden ser una causa de pedos vaginales que no están relacionados con la actividad sexual y, en estos casos, sí hay que preocuparse. De todas formas, es evidente que hay un problema y se distinguen muy bien de los pedos vaginales típicos, pues se acompañan de un olor flatulento e incluso materia fecal sólida.
Otros de los síntomas de la fístula vaginal son los siguientes:
- Materia fecal que se infiltra en la orina.
- Descargas vaginales con muy mal olor.
- Incontinencia tanto fecal como urinaria.
- Diarrea.
- Dolor en la vagina y el recto.
- Náusea.
- Dolor abdominal.
Si sientes cualquiera de los síntomas citados, no dudes en acudir a un profesional médico cuanto antes. En caso de no tratarse, este cuadro se puede complicar hasta la aparición de un absceso e infección generalizada de difícil cura.
Disfunción del suelo pélvico
El suelo pélvico engloba al conjunto de músculos que cierran la cavidad abdominal en su parte inferior. Esta estructura sostiene todos los órganos pélvicos (vejiga, uretra, útero, vagina y recto) y asegura su correcto funcionamiento. Diversas condiciones pueden provocar disfunción de esta estructura, lo que deriva en síntomas variables. La producción anormal de pedos vaginales puede ser una de las consecuencias.
Aunque la patología pueda ser una causa extremadamente rara de los pedos vaginales, estamos ante un evento fisiológico natural. No hay que avergonzarse de ellos, pues son respuestas naturales del cuerpo para protegernos y mantener nuestro bienestar. De todas formas, si notas algo raro en tu entorno vaginal, no dudes en discutirlo con el ginecólogo.