Género no binario: ¿en qué consiste?

El sexo, concebido como un valor binario (hombre o mujer), es una etiqueta que se nos asigna a cada unx de nostrxs al nacer según nuestros genitales y cromosomas. Desde un punto de vista científico este concepto es bastante determinista: el tándem de cromosomas sexuales XX designa los genitales femeninos, mientras que la dupla XY los masculinos, y esta información genética no se puede cambiar a lo largo de la vida.

El género es un concepto completamente diferente, pues va mucho más allá de las características anatómicas y se relaciona con los constructos sociales, las expectativas y, en definitiva, la psicología y organización humanas. En las siguientes líneas, exploramos el fascinante mundo del género no binario y cómo se relaciona con los términos expuestos. ¡No te lo pierdas!

¿Qué es el género no binario?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el género como los roles, las características y las oportunidades definidos por la sociedad que se consideran adecuados para hombres, mujeres, niños, niñas y personas con identidades no binarias. Se trata de una categoría social y legal que influencia cómo nos percibimos a nosotrxs mismxs y al resto, además de nuestras interacciones, estratos y distribución de poderes. Dicho de forma rápida y sencilla: el género es un constructo que define (y se ve definido) por la cultura.

Por su parte, la identidad de género se puede definir como la percepción propia y personal del género. Esta puede corresponderse con el sexo biológico y los genitales, pero también es posible que fluctúe en un espectro o que difiera completamente de la asignación al nacer. En este sentido, es importantísimo destacar que la identidad de género no es binaria en muchos casos, es decir, que las personas no se sienten cómodas designándose como hombres o mujeres cis.

El género no binario, también conocido como genderqueer, es un término paraguas que engloba todos aquellos géneros que no se encuentran en la dicotomía de “hombre” o “mujer”. Las personas que se autodesignan como no binarias pueden:

  • Tener una identidad de género andrógina que posee características tanto “masculinas” como “femeninas”.
  • Estar en un punto intermedio entre hombre y mujer tradicional. Estas personas se pueden autodesignar como intergénero.
  • Sentirse de género neutral o no reconocido. Las personas agénero pueden estar cómodas dentro del espectro no binario o, en su defecto, verlo como una declaración de no tener una identidad de género. En esta categoría también hay que tener en cuenta a aquellxs neutrois (o neutrés) y xenogénero.
  • Tener múltiples identidades de género, como es el caso de lxs bigénero (dos géneros), pangénero (múltiples géneros) y otrxs.
  • Presentar una identidad de género que varía a lo largo del tiempo (género fluido).
  • Tener una conexión débil o parcial con la identidad de género. Este es el caso de las personas que se autodesignan bajo el término demigénero.
  • Ser intersexual e identificarse con el concepto, es decir, haber nacido con órganos reproductivos o sexuales que no se corresponden con lo tradicionalmente conocido como “masculino” o “femenino” y reconocerse a unx mismx como intersex.

Estos son solo algunos de los términos que pueden englobarse bajo el concepto no binario, pero existen muchos más. Además, también hay que tener en cuenta que ciertas personas pueden no sentirse cómodas dentro de lo no binario a pesar de pertenecer a alguno de los grupos aquí citados. Lo importante es que cada unx se sienta a gusto y aceptadx con su autodenominación, no las categorías.

El género es un constructo social.

Pronombres y género no binario

Desde un punto de vista lingüístico, los pronombres son palabras que sustituyen al nombre para evitar su repetición durante el proceso de comunicación. “Tú”, “vosotros”, “él” o “ella” son ejemplos de pronombres empleados con asiduidad, pero existen muchos más. Para algunas personas el pronombre encierra una importancia inabarcable, ya que representa la aceptación de la identidad de género por parte del entorno, de forma tanto discursiva como social.

Las personas incluidas dentro del espectro de género no binario suelen designarse con el pronombre “elle”, o they/them en inglés. En estos casos, también deben utilizarse las terminaciones (desinencias, variaciones gramaticales) neutras de sustantivos y adjetivos. Por ejemplo “compañere”, “novie” o “amigue”, apoyados por los artículos “le” y “les” según lo indique la oración. Aunque para las personas ajenas al concepto no binario este lenguaje pueda resultar algo complicado, hay que tener en cuenta que puede llegar a significar mucho a la hora de incluir a aquellxs que no caen en el espectro típico de hombre o mujer cis.

¿Cómo ser respetuoso con las personas no binarias?

Si has llegado hasta este punto de la lectura, damos por hecho que te interesa el tema y eres una persona que quiere conocer más sobre la sexualidad y el género. De todas formas, recalcamos que todo conocimiento es nulo si no se acompaña de respeto y aceptación. Como nadie nace aprendido, en la siguiente lista te mostramos algunas pautas para que las personas no binarias se sientan cómodas a tu lado recogidas en el portal Transequality.org:

  • No es necesario entender lo no-binario para respetarlo. Es normal no entender aquello que se escapa de la “norma”, pero esto no justifica ponerlo en duda. Tampoco es adecuado bombardear con preguntas a la persona en cuestión, pues si no se está abierto al tema, no hay por qué debatirlo.
  • Utiliza los nombres y pronombres que la persona te pida. No importa que no concuerden con tu idea preestablecida del género y otras preconcepciones. Crear un espacio seguro es mucho más importante que aquello gramaticalmente “correcto”.
  • Intenta no hacer asunciones basadas en el género. Muchas personas no binarias pueden tener una anatomía que se puede categorizar como “hombre” o “mujer”. A falta de capacidad para adivinar, lo mejor es no presuponer.
  • Si no sabes qué pronombres usar, pregúntalos. Siempre que el ambiente sea el adecuado, lo mejor es consultar.

Más allá de todo esto, es un deber ciudadano apoyar todas las políticas y conductas que lleven a un entorno más seguro para todxs, incluyendo a la población no binaria. Aprender es un gran paso, pero siempre con la intención de buscar un futuro mejor.

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